¿Cómo deberíamos orar? Sencillo: como queramos.

Orar es hablar. Así las cosas, habla con Dios como hablas con los demás.

Uno habla con Dios todo el día, pero es bueno hablar con Él formalmente, sobre todo que la primera cita del día sea con Dios, pues que rico que amanezcamos vivitos y coleando.

A mi me gusta partir la oración formal del día en 5 partes: 1. Pedirle perdón a Dios - 2. Darle gracias por todo - 3. Alabarlo humildemente - 4. Pedirle y dejarle todo a Él - 5. Leer su Palabra

  1. Pidámosle perdón a Dios

Si tu estás mal con una amistad, lo primero que haces es reconocer que fallaste y le pedirás disculpas por eso.

Así pasa con nuestro Padre Celestial

2. Démosle gracias a Dios

Somos tan desagradecidos que no vemos la cantidad de bendiciones que diariamente se derraman sobre nuestras vidas. El solo hecho que estés leyendo o escuchando esto, es un milagro, porque tu y yo somos un milagro.

3. Cantémosle una humilde canción

A Dios les gusta que le cantemos, Él fue el creador de la música. Cantémosle, conforme a nuestros gustos, de tal manera que lo hagamos con gozo y no por marcar tarjeta.

4. Pidámosle lo que queramos

Claro está, pero conforme a su voluntad. No podemos servir a Dios y a las riquezas. Pidamos ante todo por el amor de Dios que es el amor con nuestro prójimo, su reino y su justicia; que lo demás vendrá por añadidura.

5. Leamos su Palabra

La mejor manera de interpretar la Palabra de Dios es dejar que ella misma se interprete sola. No seamos necios en nuestra propia opinión porque entonces no reconoceremos nuestros errores y sencillamente no mejoraremos; vamos a morir pensando que somos los super ungidos y oh sorpresa... los últimos serán primeros y los primeros serán últimos.